lunes, 28 de marzo de 2011

"La Caza del Carnero Salvaje"

Mi hijo hasta hace poco estuvo haciendo un trabajo social en la Biblioteca Departamental y me contó sobre un hombre viejo que es un asiduo visitante del lugar y que siempre que puede busca a alguien con quien conversar y compartir sus lecturas y reflexiones. Al parecer no mucha gente está dispuesta a detenerse un rato para conversar con él, más bien lo evitan, ignorando que es una persona de una gran riqueza interior, dueño de lecturas fantásticas y de una agradable perorata...

¡Es tremendamente triste la soledad de los viejos! y más la de aquellos cuyas horas se llenan sobre todo con libros y muy poco con otros seres humanos; creo que se empiezan a abrir brechas inmensas, algo así como si ellos, los solitarios, viajaran a lugares remotos donde no muchos semejantes quieren ir o donde sólo algunos cuantos pueden llegar. Esta idea me conmovió dicha por Álvaro Bejarano, el escritor caleño, quien en un evento público comentó que desde que quedó discapacitado y se hizo viejo, su conjuro posible para la soledad han sido los libros.

El hombre de la biblioteca le recomendó a mi hijo en alguna de sus pequeñas tertulias un libro:"La Caza del Carnero Salvaje" de Haruki Murakami, un escritor Japonés que publicó esta obra en 1982. No sé cuál fue la recomendación explícita del viejo, pero desde entonces mi niño quiso leer la obra y la buscó hasta encontrarla. Tomé prestado el libro de entre sus cosas el domingo por la tarde y me enganché tan pronto lo abrí porque encontré reflexiones sobre el mundo interno de los personajes y una historia fantástica para seguir.

Llevo varios días reflexionando sobre el dominio, la conquista, el poder y el gobierno, así que leer este libro con clave de mis preocupaciones resultó fantástico. El Carnero Salvaje es un personaje mítico que te elije y te pregunta si quieres recibirlo en tu interior, él se instala cuando se lo permites al modo de una posesión y te orienta en función del logro y del éxito. El Carnero puede estar frente a ti, o puede llevarte la vida encontrarlo sin que lo logres. El Carnero actúa a través de ti y a cambio te da inmortalidad y te permite gozar de la fama y de increíble prosperidad. Cuando te abandona, sientes un vacío y una desolación que no calma nada ni nadie; quedas condenado a buscarlo hasta el día de tu muerte. El Carnero te abandona cuando así lo decide, cuando ya no le eres útil para su proyecto de dominio dejándote frente a lo inevitable de la muerte o frente al terror de la miseria. Lo único que puedes elegir, y eso, si estás a tiempo, es morir para que el carnero pierda su inmortalidad. Morir que puede ser desaparecer realmente de este mundo o encontrar un modo de vivir en la soledad como un "desheredado".

El libro describe así la posesión:

"...me sentí absorbido por ello. Casi sin posible escapatoria. No se puede explicar con palabras. Es justamente como un crisol que se lo tragara todo. Tan hermoso, que te hace perder el sentido, pero al mismo tiempo lleno de la más horrible maldad. Si te hundes en su seno, todo se extingue: la conciencia, el juicio los sentimientos, las penalidades... Todo se extingue. Es algo remotamente comparable a la energía con que se debió de manifestar en algún punto del universo la fuente de la que procede la vida. —Pero tú la rechazaste, ¿no? —Efectivamente. Todo eso quedó sepultado con mi cuerpo. Y si se lleva a cabo una operación más, aún no realizada, quedará enterrado para toda la eternidad"

No sé a qué se les parezca, pero a mí se me parece a la obsesión de poder, al ansia de figurar, a las imágenes del éxito y de la fama. El Carnero para mí es aquello que no vale la pena pero por lo que empeñarías la vida. Es la promesa de ser inmortal, poderoso, admirado, reconocido...

El libro narra todo esto en medio de una historia mitad surrealista, mitad extremadamente cotidiana. Puedes penetrar en pequeñas historias sencillas de seres humanos que se debaten entre el aburrimiento y el trabajo rutinario, buscando la felicidad, la emoción, el amor, un mejor destino. También muestra el modo en que algunos se pierden en el deseo de ser poseídos por el Carnero, casi como una obsesión, y los espíritus que se resisten hasta la muerte por preservar su libertad. Uno de los personajes, por ejemplo, se inmola para que su cuerpo no sea poseído y, otro, está dispuesto a todo por su dominio.

El espíritu del Carnero no nos es extraño, nos ronda, nos habita o nos despoja. ¿Quién sabe cuál es su proyecto? si somos juguetes de un plano trazado por él o si somos dueños de un propio plan y una propia ambición. El libro me pareció un llamado a esta deliberación.

1 comentario:

  1. estuve horas buscando una buena reseña/explicación del libro y la tuya es la mejor, te felicito :) y gracias!

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